El observador meteorológico, Cristofer Brito, explicó por qué en estos días los tucumanos perciben más “descargas eléctricas” al saludar a otra persona o al tocar una superficie metálica. El fenómeno -aclaró- tiene relación directa con la falta de humedad en el aire y con la amplitud térmica que atraviesa la provincia.

“Somos seres humanos que generamos energía. Nuestros músculos y nuestro cuerpo funcionan con impulsos eléctricos, y esa energía necesita descargarse. Cuando el ambiente está húmedo, los electrones se liberan fácilmente al aire. Pero en jornadas secas, como las que venimos teniendo, esa carga se acumula en el cuerpo hasta que encuentra salida al tocar a otra persona o un objeto metálico”, explicó Brito en diálogo con LA GACETA.

El meteorólogo detalló que la estática se intensifica cuando el aire es más seco y el viento contribuye a disminuir aún más la humedad. “Mientras más baja esté la humedad, más energía estática vamos a concentrar y sí o sí la vamos a liberar en algún objeto”, agregó. Entre las recomendaciones, sugirió humidificar los ambientes cerrados, usar ropa de algodón y mantener las manos hidratadas para reducir la acumulación de carga.

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La tormenta de Santa Rosa, ¿llega a Tucumán?

En cuanto a la tradicional tormenta de Santa Rosa, esperada todos los años a fines de agosto, Brito fue cauto. “En meteorología trabajamos con tres modelos. De ellos, solo uno ve chances de tormenta para este sábado. Los otros prevén apenas algunas lluvias aisladas o cielo nublado”, señaló.

Para que se desarrolle una tormenta, explicó, se necesitan tres factores: aire cálido en superficie, aire frío en altura y, sobre todo, humedad. “Si no aparece la humedad, es posible que no tengamos tormenta y que solo veamos nubes y alguna precipitación débil. Es un escenario que todavía se debe tomar con pinzas”, advirtió.

En ese marco, recordó que la ausencia de humedad también está detrás de la marcada amplitud térmica que se registra en la provincia. “Cuando no hay humedad, la temperatura cae en picada apenas se oculta el sol y sube rápidamente durante el día. Por eso podemos tener diferencias de 20 o 25 grados entre la mínima y la máxima”, detalló.

Un alivio posible

Aunque muchas veces la humedad es vista como un problema, Brito remarcó que en este contexto sería bienvenida. “Lo que nos mata no es la humedad en sí, sino el calor húmedo. En estos días, un poco de humedad nos ayudaría a evitar descargas de estática, a moderar la amplitud térmica y, si se combina con la inestabilidad, podría incluso regalarnos la tormenta de Santa Rosa”, concluyó.